Es en el contacto con la realidad
donde podemos comprender
los motores y engranes del Universo.
No vivas siendo la reacción
de una cadena de efectos,
ponte en acción
y se el generador de tus circunstancias.
Tan solo sumergido en la nube
puedes tocar la lluvia,
nadando en el río
aprendemos a navegar
en las corrientes de nuestro destino.
Es la pequeña roca
que se integra al cerro,
la que comprende la importancia
de resistir inamoviblemente.
No basta con mirar
para darse cuenta,
es necesario bajar
al campo de batalla.
Es el golpe del adversario
el que nos enseña sobre nosotros mismos.
Y si alguno de tus vicios desafiante
quiere robarte tus sueños
esperalo de frente
y combatelo cuerpo a cuerpo.
No quedará lugar para los cobardes.
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