Por la vida la vamos buscando
y hay días en que cansados
de tanto intentar, nos hundimos
en la oscuridad de la derrota.
Falta detenernos para darnos cuenta
que en cada momento hay oportunidad
y que basta una sonrisa para cambiar.
Nunca dejes la esperanza en el olvido,
siempre busca algo más.
Los días pueden ser difíciles
y las circunstancias adversas
pero nuestro espíritu siempre
estará fortaleciéndose
si nos permitimos profundizar.
Aprovecha cada día, porque muere
el ayer al llegar el hoy y nunca,
nunca esperas a mañana.
Después de que la muerte nos robe
nuestro aliento,
conserva la certeza de que nada habrás perdido.
Del otro lado del río nos volveremos a encontrar.
Seguiremos luchando por hacer brillar la luz
que existe en lo más profundo de nosotros,
hasta que nuestros ojos dejen de engañarnos
y podamos percibir que siempre fuimos uno.
