viernes, 4 de junio de 2010

A tus ojos

Contenedores infinitos de tu grandeza
que miran al mundo sensiblemente,
el brillo de tus pupilas
no es del sol que reflejan,
sino de la estrella que llevas dentro.

Palabras hermosas pueden decirse,
pero la belleza que contienen,
solo puede percibirse en el corazón
cuando se miran directamente.

Con ellos ves el mundo y lo interpretas,
también atentos descubren la luna
y descargan tu tristeza
cuando es demasiada para contenerse dentro.

Pero no es a tus ojos a los que escribo,
es a ti,
porque a través de ellos
puedo navegar hasta tu ser
y reencontrarme contigo.

En este día, que tus ojos,
miren el infinito y se iluminen
para brillar eternamente
con el fuego sagrado de tu alma.

Y que tus pasos caminen junto a los míos.