sábado, 1 de julio de 2006

Para volar

Para volar no exiten reglas
como no hay limites
para quien mira detenidamente
el universo circundante.

Es el viento que libera la barrera
para que el sol llene de vida
una noche sin estrellas.

Es un río el que recuerda
que no somos sino olas
diminutas y perfectas
que se pierden presurosas
en la corriente del destino.

Es un puente el camino
entre dos mundos distantes
y aunque el río profundo
de corrientes agresivas
es un pausado caminar
el que no conduce al otro extremo.

Son los días como espuma
que fugazmente se pierden
en las humedas colinas
que danzan sin pudor.

Es el tiempo infinito
cuando mira el alma
y escucha el corazón.

Nada falta cuando el aire
y las flores como el agua
son la extensión de uno mismo.

Para volar no hacen falta alas
basta sentirse uno con la aves
o dejarse llevar por la corriente
de aire que atreviesa tu ser.

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