domingo, 8 de marzo de 2009

Atziri

Te escribo a ti que te has ido.

Ya no te puedo ver, pero de alguna manera se, que no te has esfumado
de este mundo, que tu ser, tu alma, tan solo ha partido hacia el viaje
que haremos todos tarde o temprano.

No estoy triste aunque tengo ganas de llorar, se que nos encontraremos
más allá de las estrellas, como lo hemos hecho muchas veces antes.

Pensar en la muerte, no me deja sino vivir más intensamente.

Te agradezco todo lo que aprendí de ti, y me llevaste a tocar muchos
sentimientos y pensamientos que no había podido tocar en épocas más
oscuras de mi vida.

Se que no fue fácil para ti, pero me imagino que ahora estarás tan
libre como el viento y volarás alegremente por campos floreados, sin
los dolores y molestias que tu cuerpo te causaba.

Se que estás bien, muchas veces he oído que la vida y la muerte son
parte de una misma cosa, pero que difícil entenderlo cuando tienes
nombre, cuando tienes vida. Cuando el cuerpo se marchita y deja tras
de sí un vehículo inerte que muchas veces confundimos con el ser.

El miedo que recorre mis venas es también por mi propia muerte y por
la de los seres cercanos.

¿Podré resistir la muerte de aquellos que más quiero?

Y es que estoy tan acostumbrado a creer que estarán ahí, a pesar del
tiempo y las circunstancias de la vida, pensamos que estaremos
eternamente como estamos ahora.

Pero aunque nos sumerjamos en el misterio de la eternidad, sabemos que
aun nos rigen los ciclos de vida y muerte.

Cuando se muere un día, nadie llora.

Porque sabemos que al día siguiente renacerá de nuevo trayéndonos la
luz que ya sentíamos perdida.

Hoy tu te has muerto, y lloro.

Te extraño, te quiero profundamente y te deseo lo mejor.

Puedes estar tranquila de saber que seguiré tratando de vivir desde lo
mejor de mí. Porque la muerte no es sino un recordatorio de que
estamos vivos.

Que cada día sea un homenaje a la muerte y que la muerte sea un
homenaje a la vida.

3 comentarios:

La Maga** dijo...

Lloramos por nosotros que amamos sentir el cuerpo en el abrazo y las esencias en el olfato, las imágenes del ojo; lloramos por nosotros que nos duele recordar. Al final ... bievenida sea nuestra hermana la muerte!
Un abrazo grande Javier

Alejandro Vargas dijo...

Un gran abrazo y mi más sincero pésame Javier.

Bern art. dijo...

Los que se van antes, lo hacen para mostrarnos el camino y no dejar que nos perdamos.

un abrazo javis.