sábado, 1 de marzo de 2008

Tweeter


El transductor electroacústico que no venía de ningun planeta lejano, transmitía ondas acústicas de 8 cm, de poca difracción y gran direccionalidad.

Las últimas tres octavas de un conjunto de diez audiofrecuencias gozaban sus agudas notas y el anciano doble ciego, que sabía tan poco de Tweeter como poco le interesaba, era incapaz de percibir los específicamente altos e insistentes gritos disonantes del primero.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

am ok, no entendí.. espero que exista una continuación, o algo :P

Etereotrópica dijo...

Yeah!!! ya estás en blogueratura. Oye te debo una canción eda? la de la barranca me gustó mucho, mucho. triste pero cierto.

chido tu post, me gustan los que tienes que leer màs de una vez pa agarrarle la onda XD

Liwk dijo...

Hola.
Aún no he desaparecido.
Sólo es parte del fenómeno de las vacaciones; a uno no le quedan muchas ganas de acercarse a la computadora.
En fin.
Espero que esté todo muy bien por allá, donde quiera que eso sea.
Ya regresaste de El Salvador??
Qué fue lo que más te gustó??
Ojalá pueda ver algunas fotos del viaje en tu facebook.
Un saludo.
Bye!!

Alejandro Vargas dijo...

orale, el distanciamiento que enfrentamos al avanzar nuestra edad de la tecnología se representa aquí. No hay interés ni paciencia.

Saludos!