viernes, 8 de mayo de 2009

Certeza

Pocas veces nos damos tiempo de vivir,
de sentir el aire en nuestro rostro,
o escuchar el canto alegre de un ave.

Ya no sentimos que estamos vivos
y así medio dormidos caminamos,
tratando de llegar algún lugar,
que no tenemos claro.

Nos llenamos de dudas y resentimiento,
nos vaciamos de comprensión y alegría,
con el rostro tenso sonreímos,
como una máscara de nuestra soledad.

Esperamos viajar al otro lado del mundo,
para encontrar tesoros sin descubrir,
palacios bellos admirados por todos,
o aventuras que nos llenen de recuerdos.

Pero cuantas veces dejamos de ver
lo que tenemos tan cerca,
y tan solo esperamos que el día termine
para no pensar, para no soñar.

Porque soñar es comprometerse,
es creer que puede ser diferente.

La esperanza de construir lo que anhelamos,
nos paraliza porque nos da miedo lograrlo.

Irónico es que lo que más deseamos,
lo dejamos para después.

Levante, cree y sueña despierto,
pero no cierres los ojos a tu realidad
y en cada momento descubre el deleite
de estar presente.

Cada minuto es una oportunidad
para gozar de las cosas simples
que nos llenan de felicidad.

No dejes para mañana,
lo que no te atrevas a hacer hoy.

Si es certeza lo que buscas,
sigue buscando,
pero debes saber
que no encontrarás otra que la muerte.