jueves, 31 de julio de 2008

Melodía

¿Quién susurra estos versos a mi oído?

Entiendo que mis manos no son nada más que el medio, por el que ondas ondas disipan la soledad del espíritu. Como la melodía no es el instrumento, sino notas arrancadas de lo eterno trasmitidas por el viento al corazón.

Quiero que mi vida sea como las palabras, no aquellas ociosas que abundan nuestras bocas cuando no queremos escuchar, sino doradas alas de abejas que llevan la miel de la verdad, el amor y la armonía al mundo.

miércoles, 30 de julio de 2008

Morirme

Un día, me pregunte como quisiera morir.

Pensé  que terminar ahogado pudiera sentirlo como poco agradable, las camas de hospital nunca me han gustado, aunque la compañía de lso seres queridos siempre mitiga los dolores.

Atropellado, por un descuido mío o ajeno me parece algo injusto, pero también es cierto que uno no puede huir cuando es la hora, no hay barrera que nos separe de la muerte.

Asesinato poco lo temo, poco tengo y poco debo.

Las inhumaciones, crucifixiones y ahorcamientos no son cosa de estos tiempos.

Posibilidades, restan muchas.

Una bala perdida, un choque fatal, envenenamiento, picadura de alacrán, caída de un tejado y otros más.

¿Cuál será mi punto final?

No lo se, solo conozco y recorro el camino.

He de morirme, lo se, más no cuando, ni donde.

Pero no voy morirme de miedo.